En cada edición de nuestro congreso intentamos dar visibilidad a muchos aspectos que intentamos condensar en nuestros LOGOS y CARTELES, por lo que creemos necesario explicar los mensajes que esconden nuestro querido LOGO #ConEuterpe18.
Nuestra compañera Sara Molina que colabora en la organización del congreso ha elaborado este precioso dibujo para que represente la Edición número 5 de nuestro Congreso Con Euterpe.
En palabras de nuestra artista Sara sobre su dibujo:
Una biznaga sabe a Málaga,
a su tierra, a su feria
y al calor de su gente.
Disfrute para los sentidos,
perfume fresco de jazmín,
que te envuelve y te hace recordar
momentos vividos.
Este año el logo de Euterpe se viste de biznaga, para que todos y todas, al oler jazmín tengamos en la memoria un encuentro musical sin igual, con sabor a Málaga.
GuardarGuardar
Aún así queremos resaltar aspectos de nuestro logo que son típicos la tierra que acoge a este congreso:
Nuestro LOGO simula a una BIZNAGA pero que en lugar de jazmines emana el olor a música
Se conoce popularmente como biznaga al ramillete de jazmines en forma de bola de laboriosa elaboración que en verano se suelen vender por las calles de Málaga (España).
Además de su belleza y su perfume, se dice que las biznagas sirven para ahuyentar a los mosquitos en las noches de verano.
La biznaga es, junto con el cenachero y el boquerón, uno de los símbolos populares de la capital de la Costa del Sol. Como ejemplo de ello, la Biznaga de Oro es el principal galardón en el Festival de Cine Español de Málaga. Mientras que el vendedor de biznagas fue representado en la estatua del biznaguero de Jaime Fernández Pimentel que se encuentra en los Jardines de Pedro Luis Alonso.
Fuente WIKIPEDIA
El mar y las jábegas malagueñas como parte de la cultura malagueña
Las jábegas son un testimonio vivo de 3.000 años de antigüedad que ha sobrevivido al paso de los siglos convirtiéndose en todo un emblema de Málaga. Son embarcaciones de remo, concebidas para la pesca, que suelen rondar los diez metros de eslora y los dos metros de ancho. Son propias de la Costa del Sol, y han llegado a nuestros días con rasgos distintivos de las culturas milenarias que habitaron en esta tierra: los ojos pintados en la proa o el remo a modo de timón te transportarán al tiempo de los fenicios.